Rincón donde se inspiran los poetas,
cantina donde el tiempo se detiene,
bodega donde el teatro se entretiene,
espacio de nostalgias y profetas.
Parador de escritores y viajantes,
refugio de bohemios y extranjeros,
residencia de tanos y tangueros,
escondite de actores y de amantes.
Su comida, el servicio, ese aroma.
Las noches de alegría con amigos.
Larga tradición en sus sabores.
Don Pedrín es mi pueblo que se asoma
para aquellos que quieran ser testigos,
del talento en la cocina con honores.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.