Hoy junto las esquirlas de tus besos
y agonizo por la culpa de mi error.
Me acostumbro a las caricias sin amor,
es que el frío me quebró ya los huesos.
Desde que comenzó la primavera
ya no siento en mi pecho los latidos.
Hoy transito sin rumbo ni sentido
por esta vida cruel y traicionera.
Cada vez que el acertijo resuelvo
o pienso que está todo controlado,
siempre lo mismo me vuelve a suceder.
No quiero ser más homicida a sueldo
de romances que nunca han funcionado,
y al fin del día me tocan padecer.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.