Pila Gonzalez Blog

Poesías

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Eternos

Amanecer. Quedarnos acurrucados bajo las sabanas hasta el infinito. Luego levantarnos. Darnos una ducha. Juntos. Hacer el amor y que el agua se lleve todas nuestras penas. Desayunar mirándonos a los ojos. Ponernos a escribir poesía o a leer. Juntos. Que nuestros ojos se encuentren por casualidad. Sonreír por sonreír. Cachetes colorados. Besarnos por el solo hecho de besarnos. Sin pensar por qué. Solo porque nos da las ganas de besarnos. Salir a caminar por el bosque. Perdernos para encontrarnos. Jugar a que somos niños otra vez. Correr entre los árboles. Patear las flores amarillas. Hacerlas volar y nosotros volar con ellas. Llegar a un lago, o a un río. No soy pretencioso. Mirar nuestros reflejos y sentir que ese momento nos pertenece. Para siempre y que nadie nos lo podrá borrar jamás. Volver. Despacio. Juntar leña en el camino. Encender la hoguera. Mirar como cae la noche y sabernos seguros. Inmortales. Amados. Queridos. Uno al lado del otro. Preparar una rica sopa. Tomarla soplando la cuchara entre sorbo y sorbo. Tirarnos en la alfombra cerca del fuego y que nuestro fuego se vaya encendiendo de a poco. Tocarnos las heridas. Sanarlas con besitos y caricias suaves. Sabernos, allí, en ese lugar, que podremos ser eternos. Que nuestro amor será eterno. Solo si estamos juntos. Vos y yo.

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20 Poemas cortitos que adornaron Ciclotimia

I Imaginaron que vivían en un mundo ideal y se olvidaron que existían planetas limítrofes II Tanto se ha escrito sobre la Luna que los verbos se aburrieron de tanta conjugación inútil y de familiarizarlos con infinitos y torpes adjetivos. III Quiso perderse en el infinito de su mirada y lo único que consiguió fue terminar en el rincón de sus pesadillas. IV (Haiku I) ¿Somos conscientes que la vida se rige por la infinitud? V (Haiku II) El cuerpo huye la maldita rutina Sentir la brisa VI Quiso matizarle el corazón pero se perdió en la geografía de su cuerpo. VII (Haiku III) Cómo te extraño. Cuando llega la noche tus piernas se van. VIII Tenía la llave de todas sus libertades  Disponía del tiempo sin dar explicaciones IX Compartían los mismos desvelos, pero distintos eran sus sueños. X (Haiku IV) ¿Por dónde empezar a buscar el verano? El alma llora. XI La primera vez que la vi lucía resplandeciente. Su presencia iluminaba todos los sentidos. Estábamos en un funeral y ella era la actriz principal. XII Lo invitó a alejarse en su vida sin sospechar que con él se iba yendo la suya. XIII (Haiku V) Sólo me queda recorrer varias millas Soñar despierto. XIV Eran amigos sin límites ni derechos de admisión. XV Lloré fuerte tu partida Lloraré aún más fuerte  tu regreso XVI (Haiku VI) Estamos cerca de encontrar el camino. Más lejos que ayer. XVII Se volvieron a encontrar al amanecer. Ella seguía en pijamas esperando un beso. Él sólo deseaba ponerse su corbata y partir. XVIII Descubrió que nada era suficiente cuando de olvidos se trataba. XIX Sin preocuparse demasiado por las apariencias, dejó que la besaran delante de su vida. XX Siempre llega ese momento en que Peter Pan se jubila y Cenicientas cuelga los zapatos. --- --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Oda a la hoja en blanco

Me mira desafiante. Impoluta. Altanera.   Me busca y me encuentra Sabe, conoce de mañas.   No tiene miedos. Yo si. Igual la desgarro.   Palabras huérfanas. —Perras negras—. Manchas en el papel.   ¿Por qué tal cosa? Ni yo lo sé. Solo me expreso como puedo.   Amaso el pan como Leila —ya quisieras— Con sangre. Sin sudor.   Recorro sus límites, de izquierda a diestra y me freno, y pienso, y descubro.   No quedan tiempos, solo momentos únicos entre nos.   Marcas sagradas. Letras inconclusas. Punto final en suspenso. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Durres se deja ver desde una ventana

Desde la terraza del Hostel Durrëspuedo ver la Muralla de la ciudado lo que queda de ella.Puedo ver la gran Mezquitaque domina el centroy te despierta a las cinco de la mañanacon sus alabanzas a Alá.Si estiro el cuello,hasta me animo a ver el Anfiteatro Romano.Dicen que es el más grande de los Balcanes.Puedo oler la sangre secaque perdura en la arenay el grito desgarradorde los tantos gladiadores y esclavosque dejaron sus vidas allí.Lejos de su patria.Tan cerca de la gloria.También puedo ver la Plaza Centralcon sus aguas danzantes,la Torre Venecianay el nido hecho en la última plantadel edificio más coquetode la ciudad de Durrës.También puedo ver a lo lejos la colinaque alberga una de las mejores vistas.Comentan los chismososde la Lonely Planetque fue la residencia de King Zog I.Habrá que creerles.Puedo ver el mar.El Puertoy el atardecer de un martes cualquiera.Bien podría ser jueves.Bien, domingo.En las terrazas los días no tienen sentido.Puedo ver a la gente salirde paseo por la rambla,familias completas,perros callejeros.A señores antiguos,con sacos y chalecosde tiempos Comunistas,sudar, mientras juegan al Backgamonen la vereday se comen un Byrecde carne, cebolla y pimienta.Puedo ver ojos gigantescon cejas pintadas a mano.Moda Italiana de los ’70.Puedo ver a esa chicaque se vistió para ser contempladay puedo ver a ese chicoque sale a la ciudad sólopara verla caminar.Puedo ver vendedores ambulantesofreciendo tabaco al mejor postor.Y un niño muy flaquitoofreciendo su mano suciaal mejor euro que podamos entregar.Puedo ver a un hombre arrugadoque se gana la vida pesando gentecon su humilde y diminuta balanza.Puedo ver a un mendigo insolente.Por suerte solo uno.Puedo ver el Mercado de la ciudaddonde decenas de albanesesmontan sus puestitosde frutas, verduras y especias.Me puedo ver a mírecorriendo esos pasillos,comprando queso de oveja,aceitunas rellenasy cerezascon mi pobre acento italiano.Puedo escuchar cómo me gritan “Messi”, nombre con el que me bautizanen el mundo cada vez que les digoque soy de Argentina.Puedo ver en cada cuadraun bar deportivo donde se apuestalo que no se tiene.Puedo ver las dos bochas de heladosa 50 lekesque me voy a comer mañanay puedo sentir el aroma de ese caférecién molidoen el bar de la esquina.Puedo ver la sonrisa tímidaen la adolescencia de una muchachaque me vende el pantodas las mañanas.Puedo ver el minimalismoque forman algunos pájarosen el cielo celestesin nubes y luna.Puedo ver calles que se pierden solas.Señoras que van de compras en bicicleta.Beemes y Mercedescirculando desubicadamentecomo si de otro país se tratara.Puedo ver tradición y modernidaden idénticas proporciones.Cifra no menoren los tiempos que corren.Puedo ver la cerveza Kruçaque me estoy tomando.Y puedo ver el libro de Grishmanque estoy leyendo(Gracias Renzo).También puedo vera mis amigos en Argentinaviviendo mi antigua vida.Y a mi hermanointentando una nuevaen la tranquilidadde un pueblo de provincia.Puedo ver a Laura,mi ex novia,buscando su rumboy puedo verme a mí,en la terrazadel primer y único hostel de Durrës,escribiendoestas líneas aburridas.Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Siempre tendremos Durres

Sin buscarnos nos encontramos en el rincón menos pensado de Europa. Llegaste una tarde cualquiera de aquella primavera albanesa, con esa sonrisa que te caracteriza, tan tuya, tan mía y que se convirtió en el desayuno de cada mañana, en los paseos por la playa. En el más asombroso atardecer que jamás haya visto.   Venías de lejos. Compartiendo esos hermosos ojos que transportan el verano en el mundo. Contagiando energía. Con tus ganas de vivir, de respirar, de besar.   Yo no te estaba esperando, pero si. No sé. Simplemente se cruzaron nuestros caminos como lo hacen las estrellas fugaces en el cielo de la noche.   Necesitábamos ser abrazados. Toda la madrugada. Todos los días.   Me susurraste al oído con tu acento británico, pero con la Bohemia en el corazón. Me revelaste tus secretos en el amor y dejaste que explorara tu cuerpo sin pasaje de regreso. Abandonaste tus vicios por mí y yo me permití soñar contigo.   Teníamos un pasado que nos molestaba en la espalda. Sin embargo no desperdiciamos un segundo en pensar. Sólo nos dedicamos a sentir. A volar. A viajar.   Una mañana seguiste tu camino. Tenías que seguir. Y yo me quedé soñando con un encuentro casual como lo hacían La Maga y Oliveira. Imaginando una vida juntos. Lejos de todos. Cerca. El uno con el otro. Acariciando nuestros rostros en la oscuridad.   Siempre tendremos Durrës, le grité al Adriático, deseando que la marea arrastrara mi mensaje hacia ti...   Y te mentí. Me mentí. Porque nunca dejaré de extrañarte. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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De mis labios la deudora

Eres la que todo hombre sueña. Eres la más bella del salón. Eres de mi amor aún la dueña. Eres la razón de mi ilusión.   Eres esa flor que no marchita. Eres la que muere por vivir. Eres la pasión de mi conquista. Eres la costumbre de existir.   Eres la que sufre por amores. Eres la que apunta al corazón. Eres la que curas mis temores. Eres la que cierra aquel telón.   Eres la nostalgia que se añora. Eres la que no se arriesga a entrar. Eres de mis labios la deudora. Eres la que me haces naufragar.   Eres la culpable de mis dudas. Eres la que dice la verdad. Eres la que entiendes mis locuras. Eres una musa en libertad. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Ese lugar cualquiera

Podemos arrancar creando desde lo musical. Siempre es una buena opción para empezar.   Entonces: Jazz de fondo o Tango instrumental o House, cuando se lee o escribe. Serú Giran o Soda Stereo Unplugged o Sabina o Queen, cuando no se lee o escribe.   Después ya nos metemos de lleno en el diseño desde lo físico y geográfico.   Entonces: sillón confortable de dos cuerpos en forma de L con muchos almohadones. Silla mecedora que dé a una ventana balcón también con más almohadones. Mesa de trabajo, ancha, maciza, marrón oscura y segura. La ventana, a su vez, que mire a un bosque o una montaña o un mar o a algo que no incluya la combinación de cal con arena.   Por aquí y por allá.   Biblioteca blanca de un lado reemplazando a la pared y chimenea del otro con leños y perro negro pequeño con algunas manchas blancas que responde al nombre de Coquita, a sus pies. Mapamundi en la pared libre que queda con papelitos pegados al azar a modo de nostalgias viajadas. Muchos libros, revistas, cuadernos, lápices, marcadores y lapiceras desparramados en la alfombra peluda.   Un lienzo en la esquina, al lado de la guitarra que está apoyada en el piano donde descansa el gato color naranja y blanco de ojos tristones y muy cariñoso que responde al nombre de Ginger.   Más allá, a la intemperie, un deck de madera con una hamaca y cantos de pájaros y ulular de árboles y correr de río. Sí. Tiene que haber río. Cerca. Que lo podamos ver. Que lo podamos tocar. Que nos podamos mojar. Y frutales. Por todos lados. Y una huerta orgánica en ese pedazo de patio que queda por ahí.   ¿Luz? Natural, obvio. Que entra por los vidrios. Tenue. Cálida. Imperceptible.   ¿Aire? impoluto. Limpio. Sanador. Energizante.   ¿Aroma?, a café recién molido, té de limón con miel y jengibre e incienso de vainilla perfumando.   Mañanas verdes tirando a azul vintage y brumosas. Tardes doradas tirando a Big Bang. Noches con pintitas blancas con fondo negro y grillos de orquesta.   Temporada estival. Caluroso (no tanto) durante el día, refrescando (no tanto) cuando se hace oscuro.   ¡Mosquitos prohibidos!   Yoga y meditación temprano, con el alba. Letras que se van agregando a una libreta Moleskine de hojas lisa y de tapa semidura. Trote entre caminos con paisajes solitarios y perdidos.   Verduras de almuerzo. Sopas de cena. Libros de postres. Tus abrazos antes de soñar.   Y al final, vidas infinitas que se van renovando y actualizando todos los benditos días.   Eso es todo. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Oda al Fernet

Oh! Aliado de mis noches, compañero de aventuras. Tú conoces mis reproches y conoces mis locuras.   Oh! Manjar de la esperanza, traicionero de memorias, confesarte mis andanzas, serte fiel con las victorias.   Oh! Delicia de los bares de esos viernes sin secretos, complaciendo paladares y un sabor casi perfecto.   Oh! Remedio del olvido. ¡Vaso largo cantinero! Solo quiero estar contigo no me importa el dinero   Oh! Príncipe de mis tragos, soberano en las cantinas, provocando los estragos y cambiando la rutina.   Oh! Compadre de salidas (sorbos lentos y parejos), tantas copas bien bebidas si no es Branca yo me quejo.   Oh! Fernet de la alegría yo te tomo con amigos que disfrutan cada día del placer de estar contigo. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Soy

Soy este que ven y también soy aquel que fui. Soy, por supuesto, el qué dirán.   Soy paria. Soy inmigrante. Soy rebelde sin estandartes aparentes.   Soy argentino de nacimiento y antipatria por elección. Escéptico de fronteras.   Soy alto. Alérgico a las rutinas. Fui turista y me encanta serlo. Vagabundo con orgullo. Ajedrecista frustrado.   Soy de River y del Barça de Messi. Soy viajero con mochila. Hombre de negocio arrepentido.   Soy el que siempre huye y el que siempre está volviendo. Soy perdición constante.   Soy devoto del amor y de los placeres escondidos. Soy coleccionista de historias y banderas.     Soy escritor, antes lector. No tanto de ambos como me gustaría serlo.   Fui joven, ahora mucho más. Con los primeros dolores en el cuerpo y las primeras barbas blancas.   Soy bohemio y soy ordenado. Soy lo que escribo y lo que callo. Sin filtros. Pocos secretos. Bueno y malo.   Interesado y no. Arriesgado y no. Ingenuo y no. Filósofo y no. ¿Influencia?, no.   Religión y política, nunca. Amigo, siempre. Comprometido, de ocasión.   Soy tanto y soy tan poco. Soy peregrino. Perseguidor de huellas. Explorador de horizontes. Viajero errante. Catador de cafeterías. Soñador experto.   Pero en el fondo, con las primeras luces del alba, sin maquillajes, soy un Ser… y soy Humano.   Soy mucho más. Esperen y verán. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Después de tanto, comprendió

Después de tanto escapar se sintió cansada y descubrió que el problema de su cansancio se debía a escapar tanto.   Después de tanto sufrir se sintió angustiada y descubrió que el problema de su angustia se debía a sufrir tanto.   Después de tanto amar se sintió perdida y descubrió que el problema de su perdición se debía a amar tanto.   Después de tanto luchar se sintió derrotada y descubrió que el problema de su derrota se debía a luchar tanto.   Después de tanto pensar se sintió preocupada y descubrió que el problema de su preocupación se debía a pensar tanto.   Después de tanto llorar se sintió aliviada y descubrió que el problema de su alivio se debía a llorar tanto.   Después de tanto reír se sintió satisfecha y descubrió que el problema de su satisfacción se debía a reír tanto.   …y al fin, después de tanto bailar se sintió feliz y comprendió que el problema de su felicidad se debía a bailar tanto. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Hoy celebro

Hoy celebro el nuevo día, los ratos inseguros en la tierra, los cambios del camino, los tiempos ganados con amigos.   Celebro el amanecer de una nueva lucha, las calles desoladas, los sueños compartidos, las risas sin contemplaciones.   Hoy celebro los nuevos comienzos, la vida sin prejuicios, la naturaleza de las simples cosas, las marcas del amor en la piel.   Celebro las ganas infinitas de vivir, el temor por lo que vendrá, el talento para la felicidad, las despreocupaciones incipientes.   Hoy estoy aquí para celebrar y el viento será mi testigo, acomodando las hojas con estilo, salpicando de existencia los sentidos. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Nada más que pena

No pertenezco a ningún sitio sin embargo, siempre estoy deseando estar en otro lugar distinto de donde estoy.   Las últimas decisiones que tomé no me resultaron satisfactorias. Por eso, ahora, me da mucho miedo tomar una nueva decisión.   Me encuentro en un limbo sin saber muy bien que hacer y con una presión interna que me grita “¡hacé algo ya!”   No sé qué. No siento nada más que pena angustia por no lograr lo que quiero Tristeza. Me siento triste.   Pero como siempre en mi vida no me permito sentir. Aparento que estoy bien pero estoy sin ganas de estarlo.   Es raro y es frustrante a la vez Por momentos desesperante Quiero estar allá Y quiero estar acá. Pero en otras condiciones.

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Perdido hasta de mí mismo

Perdido hasta de mi mismo, aterricé en un país sin fronteras como lo podría haber hecho en cualquier sitio que no lleve por nombre Chivilcoy.   La ciudad donde elegí nacer se me cerraba en la garganta y condenaba a perpetua mis sueños más valientes.   Por eso tomé el primer vuelo que partió de sus plazas cada ocho cuadras en sus calles paralelamente perfectas.   Quise surcar diagonales, brindar en pasadizos secretos, rezarles a las damas de ocasión su Santo Sudor. Besarlas en sus más sinceros sentimientos.   Me dejé llevar por las historias que ocurrían por primera vez siendo yo el personaje principal de esta trama vagabunda.   No pedí nada a cambio. Sólo quise recuperar mi sonrisa más alegre, mi buen humor predecible. Mis ganas locas de saltar las tranqueras.   Me enamoré. No una, sino varias veces.   Algunas me dejaron tirado, moribundo, al borde del camino más allá de la agonía.   Otras supieron alejarse con el tiempo suficiente que les permitía su cultura.    Sólo una me quiso de verdad. O dos. O tres. O todas. Cada una a su modo, a su conveniencia.   Cargué varias mochilas al hombro pesadas como montañas. Pero siempre viajé ligero, con el horizonte como brújula.   Y un día, al final, volví. Quería reconquistar el tiempo perdido,   Pero descubrí, que no se puede ir y pretender regresar al mismo sitio que se dejó ya que no solo cambia el lugar, también se transforma uno.   Porque todo es una continúa permutación, un abandono misterioso, un soltar y avanzar otra vez, por esas calles perfectas, por esas plazas de cuadras contadas y atardeceres en llamas, lagunas artificiales secas de olvidos, barrio de infancia feliz  y adolescencia de heridas, verde hasta donde alcance la vista, caminos que no te llevan a ninguna parte pero que siempre te dejan más cerca de uno mismo.

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Ahora soy

¿Qué será lo siguiente? Eso es lo lindo. No saberlo.   Aunque la ansiedad de lo que vendrá me desgarre por dentro, no quiero saberlo. Quiero experimentarlo.   Porque ahora que, después de tanto buscarlo, pude lograr vivir mi vida en tiempo presente, en estado consciente. No me preocupa el futuro ni me atormenta el pasado.   Porque ahora, después de tanto buscarlo, me encontré.   Ahora, por primera vez en toda mi existencia en este mundo, puedo afirmar, con el orgullo en alto, que estoy vivo. Que Soy yo. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Cuando al fin creas en mis sentimientos

Cuando te vuelves sola en colectivo, cuando el corazón no pare de latir, cuando sueñes que soy un fugitivo, cuando sientas lo que no quieres sentir.   Cuando se te acumulen las derrotas, cuando te disguste esta realidad, cuando no huyan más las gaviotas, cuando nos apure la necesidad.   Cuando lean las cartas en los bares, cuando nos juntemos para discutir, cuando por las dudas pienses que miento.   Cuando sean clausurados los altares, cuando estés dispuesta a nunca más sufrir, cuando al fin creas en mis sentimientos. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Me salgo del camino

No te duermas porque ya hemos dormido, ni sueñes que tus príncipes no vendrán, si hay veces que las flechas de Cupido pasan de largo y nunca te rozarán.   Solo sé que no sé cuando sucedió, pero en mi afán por jamás olvidarte, este pobre corazón se enmudeció, y aunque me comprendas no logro hallarte.   Sembremos las semillas del pasado, cultivemos la ilusión del destino, recitemos un verso acalorado.   Esta tarde me salgo del camino, ya es hora de que deje encarcelado el orgullo, la fe y el desatino. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Uruguaya, musa latente

La Uruguaya es una musa latente que está agazapada en cualquier esquina del mundo esperando a que la conviertan en poema.    Le apasiona trascender fronteras reales e imaginarias. Amante egresada con honores de la vida. Escéptica de los hombres que sólo asisten a los museos para ver cuadros o que usan corbatas por placer.    Una Diosa sin filtros como muchas —por no decir, casi todas— quisieran ser.   Segura y decidida. Cazadora de momentos felices. Insomnio londinense. Austera.  Ciclotímica de la rutina.  Religiosa de caricias bien dadas.     Dueña de un talento para los besos que abarca mucho más allá de los límites del Río de la Plata.    Bella por fuera. Hermosa por dentro. Despreocupada de las cosas mundanas e inservibles. Como las que no aportan un aprendizaje. De esas que no contagian energías positivas.    Fijación artística.  Temeraria hasta los extremos. Monumento al camino.   La montaña es su hogar. El resto de la Tierra su patio trasero. El infinito donde pasa sus vacaciones. Más allá y más acá del tiempo.    Maravilla onírica que te susurra al oído: "No te despiertes. Quedémonos aquí y ahora abrazados hasta volver a renacer".   Y luego sigue su marcha. Porque es una fundamentalista de la libertad. No es de nadie y es de todos. Capaz de entregarte su corazón por completo, pero necesita irse. Y está bien.  Y la comprendo. Y ta'. Y la celebro. Y la aplaudo de pie. Y trato de ser como ella. Quiero ser como ella y también quiero ser de ella. Aunque sea un segundo.   Que me ame como sólo la Uruguaya sabe hacerlo. A su ritmo. A su modo. Con sus locuras y sus ideas. Con su garra charrúa.    Ay Celeste regálame un sol bien uruguayo.  Y me tutea y me trata de usted en la misma oración.    Todavía recuerdo sus palabras como un mantra que me sigue a todas partes.   "Vaya a vivir su sueño americano y cuando termines te voy a estar esperando.  Puede que sentada en una roca contemplando el paisaje. Puede que en los brazos de algún otro ser.  Pero allí voy a estar. Tú sabes bien como encontrarme. Te sobran razones para volver a verme. Disfruta y cuando te canses de cambiar pañales y cantar el arrorró, ven conmigo que juntos, por un instante y para siempre, seremos los Reyes y únicos dueños del Universo."   Por esto y mucho más, es que, si tengo que elegir a una persona para conquistar este planeta dormido, sin dudas que la elijo a ella.  A la Uruguaya de mi alma. Razón de seguir y de reír. Vida sin compromisos.  Cosmo multicolor. Aura pura. Amiga fiel. Amor sincero, eterno y circunstancial. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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El más bobo de los bobos

Mi corazón es una gran invitación al amor. Es tan frágil y débil que no soporta el dolor. Sueña con que lo acaricien sin pensar en el pasado, esperando el milagro de los besos añorados.   De vez en cuando se anima a pensar en carreteras. Glorifica esos hermosos recuerdos de primavera. Derramando sus lágrimas en época de fervor y acostumbrándose a los tiempos lejanos de clamor.   Los años le escupen a la cara afectos perdidos, pero él se escuda en los santos domingos aburridos que no saben arrojar un simple sentido de risa. El miente y rima versos desolados y de prisa.   Mi corazón es el más bobo de los bobos adolescentes, se siente el mejor de los Don Juanes, el más decente, el que juega a la amistad con los que viven tranquilos, en el fondo de la vida, colgados y arrepentidos. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Experto en amores imposibles

Soy cautivo de labios traicioneros, experto en amores imposibles, suicida de romances verdaderos, resuelto en pasiones discutibles.   Soy torpe para grandes ilusiones, idóneo en fracasos del corazón, vagabundo de falsas ambiciones, débil para cuestiones sin solución.   Soy traidor de mis sueños más valientes, leyenda en las noches desveladas, adecuado para los desengaños.   Soy un fiel enamorado inconsciente, escritor de derrotas controladas, nostálgico cuando pasan los años. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Se termina Marzo

Se termina marzo y los primeros soles asoman. Las tardes se calientan. Los días crecen. Se prolongan en el horizonte.   Las mujeres salen a relucir sus mejores faldas. Muestran escotes, brazos, piernas. Sonríen. Están más bellas que nunca.   Ellos dejan entrever sus bíceps trabajados en la oscuridad. Sus pantorrillas pálidas. También sonríen. Están más guapos que nunca.   Las flores se desfloran. Dibujan jardines. Los adolescentes ya no se esconden. El buen humor lo inunda todo.   Los campos respiran. Lo peor ya pasó. Sobrevivieron uno más. Ahora se disfruta. Tierra fértil. Hierba bien verde. Rocío agradable.   Se preparan para la temporada. Abren otra vez sus locales. Aparecen las primeras sombrillas. Adiós estufas. Gracias por todo. Nos vemos después.   Se termina marzo y las aves regresan a poblar la ciudad. Cielo más colorido. Ropas menos apretadas. Noches fugaces. Esperanzas de arenas.   Evidentemente, no estoy donde nací. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Y así, de golpe

Y así, de golpe, sin mediar otro pensamiento, me dieron ganas de preguntarle si lo nuestro era sólo amor o algo más profundo, como un sexo bien realizado, en diferentes locaciones, de un albergue solitario, en un país balcánico. Pero no me animé. No quise estropear el momento con cursilería barata de mercadillos.   Y así, de golpe, sin mediar rincones nos descubrimos en la tarraza, lo más alto posible, de ese paraíso olvidado por la historia. Ella arriba, contorsionada. Con su cuerpo como ofrenda a las estrellas y sus pequeños pechos al infinito (pezones como lanzas afiladas) Yo abajo, desarmado. Un sudaca intentando conquistar Europa desde el Centro hacía el Este. Contenido y febril. A punto de explotar dentro de su ser. De finalizarlo todo y convertir ese espacio en leyenda.   Y así, de golpe, sin mediar otra visión del mundo, del edificio de al lado se asoma un sereno, o tal vez un oficinista madrugador, o un espectro desvelado. Cupido vengativo. Se materializa por una ventana (luz en la penumbra) Intenta un aplauso, una mueca perversa mientras asiente. Yo le guiño un ojo. El izquierdo, el del corazón. Y me creo un actor porno.   Y así, de golpe, sin mediar otra sensación, termino. Los dos. No al mismo tiempo pero sí en la misma armonía. (lenguajes bastardos) Ella intenta escapar como lo hizo toda su vida. Yo la retengo, un segundo más de lo que está acostumbrada. Es mía. Somos nuestros por ese mísero instante fugaz. Más tarde, al fin, conseguirá su cometido. Se irá. Me dejará una nostalgia desbordada. Pero siempre recordaremos ese Edén sagrado donde la inocencia se hizo presente y podremos gritar a los cuatro vientos, que fuimos felices de condición plena.   Y así, de golpe, sin mediar circunstancias, nos volveremos a encontrar. En otros lugares. Lejanos. Con otras experiencias en nuestras mochilas. Con más años que antes. No tan jóvenes. Antiguos. Y nos miraremos. A los ojos (fijos en el alma) Y lo intentaremos ¡Por Dios, que lo intentaremos! Pero ya no podremos recrear aquel momento, ni aquel lugar, ni aquella aventura de verano.   Y nos iremos, otra vez. Por donde vinimos. Cada cual por su camino. Sin mirar atrás. Orgullosos. Cobardes. Con un dejo de culpas acumuladas y la sensación de que pudimos haber sido felices.   Así. De golpe. Al menos una vez. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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El pasado te pisa los talones

Tus caprichos son celos encubiertos que reclaman afectos mal heridos. Tus lágrimas son ríos sin un puerto donde naufragan barcos del olvido.   El pasado te pisa los talones, el futuro se asoma desafiante. No esperes que susurre a los leones si esta noche me vuelvo trashumante.   Tendrás que superar esa tentación de amanecer desnuda en mi cama viendo cómo se marchitan tus penas.   Las cosas que dejas por una traición derrochan la lujuria de una dama y te enturbian la sangre de las venas. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Nunca cobarde

A pesar de las incontables cicatrices que tengo por todas las aristas del corazón, sigo creyendo en el amor.   Apostándolo todo. No guardándome nada. Siempre a ganador.   Llámame ingenuo. Nunca cobarde. Llámame loco. Nunca cobarde.   Con cada romance, con cada nueva luz, nace una esperanza renovada.   Imperceptible para los de afuera. Incontenible para los de adentro. Energía que curas las heridas.   Llámame soñador. Nunca cobarde. Llámame irreal. Nunca cobarde.   Con la mirada puesta en el presente y el miedo bien escondido en un cajón Sigo creyendo en el amor   Sonriéndole a la vida. Haciendo pactos con mi pasado. Permitiéndome ser.   Llámame idealista. Nunca cobarde. Llámame crédulo. Nunca cobarde.   Nunca, pero nunca, cobarde… --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Al otoño y a la primavera

Hoy que el otoño está muy cambiado. Hoy que me convierto en ese que no quiero ser. Hoy que me pregunto ¿qué estoy haciendo acá? Hoy que no ha parado de llover.   Hoy que me alimento de nuestras resacas. Hoy que hace frío en primavera. Hoy que duermo los sueños a medias. Hoy que me duelen las carreteras.   Hoy que te siento lejos de todo. Hoy que no puedo partir sin saber. Hoy que sufro aquel aeropuerto. Hoy que me arrepiento de una vez volver.   Hoy que extraño verte dibujar tus rulos. Hoy que me pierdo en cada esquina. Hoy que los mapas son mis enemigos. Hoy que me atrapa cualquier rutina.   Hoy que el silencio se transforma en grito. Hoy que no lloro por obligación. Hoy que las musas me tienen miedo. Hoy que no encuentro mi respiración. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Dejar los mapas en modo avión

Me gusta caminar las ciudades. Explorarlas. Ir más allá. Buscar sus secretos escondidos. Descubrir como son detrás del maquillaje turístico. Intentar comprender cómo piensan. Cómo sienten. Cómo respiran.   Dejar los mapas en modo avión. Perderme por ahí. Donde no llega la masa enardecida de turistas, cámara en mano, con intención de devorarlo todo a su paso.   Me divierte encontrarme con esa chica que corre, con el fotógrafo que intenta retratar a unos mellizos escurridizos, con esa joven que hace yoga al aire libre, con el señor que alimenta a las palomas, con el oficinista que busca la calma en un banco bajo una planta, con aquella adolescente que dibuja descalza sentada en el pasto, con el padre que le alcanza la pelota a su hijo, con la chica de lentes que lee sin parar, con el muchacho que toma sol semi desnudo, con la mamá que da el pecho sin tabúes, con esos amigos que pasean en sillas de rueda.   Me gustan esos sitios donde nadie finge ser alguien que no es o no quiere ser. Donde los únicos sonidos que se perciben son el viento, los árboles, los pájaros, las hojas de un libro pasar, los besos de los enamorados. Sonidos de chicos correr, manos aplaudir, perros felices.   Esos lugares no son tan difíciles de encontrar para el viajero entrenado. Solo hace falta salir del circuito. Del sistema. Del escenario que nos arman. Son esos escondites mágicos como ese parque a las afuera de Bratislava, donde vi como el tiempo se detuvo y esperó, latente, sin prisas, que un argentino errante tomara su cuaderno y dejara plasmado en palabras sus más sinceras emociones. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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¿Por qué?

¿Por qué ya no pertenezco al tiempo que fui? ¿Por qué, cada día, me cuesta más amanecer? ¿Por qué ya no hay noches que me sorprendan, que me estremezcan? ¿Por qué ya no encuentro respuestas a los por qué?   ¿Por qué mi vida sigue un sin rumbo permanente? ¿Por qué la nada me parece, cada día, más atractiva? ¿Por qué, cada día, me siento menos útil?   ¿Por qué ya no sufro? ¿Por qué no lloro? ¿Por qué ya no temo?   ¿Por qué, cada día, me cuesta más reír? ¿Por qué, cada día, me cuesta más sentir? ¿Por qué, cada día, me cuesta más corresponder? ¿Por qué, cada día, me cuesta estar donde quiero estar?   ¿Por qué ya no medito? ¿Por qué ya no reflexiono? ¿Por qué ya no pienso? --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Yo y el Universo

Hay veces que quisiera abarcar más de lo que podría. Recorrer cada camino del mundo. Cada rincón. Leer todos los libros que existen, y recordar cada centímetro de mi vida. Los buenos y los malos.   Me encantaría fundirme en el universo. Ser él y yo. Juntos. Simétricos. Satisfacer todas las necesidades. Las mías y las de ellos. Los humildes. Los que necesitan. Los que por sí solos no pueden. Ayudarlos. Complementarlos. Completarlos.   Quisiera tener todo el conocimiento. Inmortalizar cada rostro que se cruza en mi destino. Entender sus vidas hasta los más mínimos detalles. Descubrir. Descubrirme. Abrirme. Comprender. Decidir. Intentar.   Ser multilingüe. Comunicarme con todos y cada uno de los seres humanos que habitan la Tierra. Escucharlos. Saber lo que piensan. Lo que sienten. Cuáles son sus dudas. Cuáles sus miedos. Cuáles sus preocupaciones. Quererlos. Amarlos.   Llevar la paz a todos. Que cada ser pueda alimentarse. Vestirse. Que todos puedan reír. Que todos puedan soñar.   Gritar. Saltar. Llorar. Vivir. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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El tiempo que tardé

El tiempo que tardé en quererte fue el mismo que tú esperaste en responder a ese mensaje sin pensar en el presente.   El tiempo que tardé en mirarte es el que esperan mis labios, que recorren como sabios para lograr acariciarte.   El tiempo que tardé en conocerte desfiló un verano de empleados, en una fábrica de soldados, jugando con la pasión del arte.   El tiempo que tardé en besarte, no te imaginas, mi querida, como me palpitaba la vida de poder algún día amarte.   Y el tiempo que tardé en amarte rodó una lágrima por ese cine y este corazón que no consigue ir sin vos a ninguna parte. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Hace un año que no me compro ropa

Hace un año que el viajero que fui desembarcó en su viejo muelle y de allí no se movió.   Hace un año que pienso todos los días en partir y me creo extranjero en mi propia tierra, en mi propio cuerpo.   Hace un año que finjo felicidad y me rompo con cada pregunta del tipo: ¿estás acá? ¿cuándo te vas de viaje otra vez?   Hace un año que dejé mis últimas lágrimas en Madrid y mi alma en Barcelona. Si. Hace un año que vivo sin alma. ¿Es recomendable? Mierda, que no.   Hace un año que duermo todos los días en la misma cama, que me lavo los dientes frente al mismo espejo y cierro con llave la misma puerta.   Hace un año que deseo ser otro y soy todos los días el mismo.   Hace un año que volví a mi país y una parte importante de mí se murió para siempre. Aquella que sabía sentir, reír, disfrutar, soñar. Amar.   Hace un año que paso cada día de mi vida sin saber qué rumbo tomar. Hace un año que me encuentro perdido   Hace un año que no leo por placer ni escribo con sentimiento.   Hace un año que sufro con cada respiración y me despierto agitado en las noches. Hace un año que tengo pesadillas.   Hace un año que no contemplo un amanecer ni me emociona un atardecer. Hace un año que paso frío.     Hace un año que no me compro ropa, ni siquiera un par de medias.   Mañana voy por zapatillas nuevas. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Sin caprichos exagerados

Sentirla cerca a pesar de las distancias geográficas que nos separan es el mayor alivio que experimento.   Y eso que en estas épocas de olvidos precoces nadie sale ileso.   A pesar de todo, seguimos en contacto. Hablando casi todos los días. Un “buenas tardes”, un “¿cómo estás?” son frases que parecen minúsculas pero que son muy acertadas y que caen en el momento justo del día: cuando más lo necesito.   A veces pienso que nuestra separación debió tener otros matices. Una escala mayor de reproches, guerras de egos y orgullos más elevados.   Pero no. No hubo nada de eso. Ni gritos, ni patadas lanzadas al aire, ni caprichos exagerados.   Algunos llantos normales y pasajeros por la culminación de una relación de ocho años.   Algún reclamo que se fue difuminando con el correr de las charlas. Y nada más.   Sin embargo, cuando llega la noche y nuestras suelas han pisado ciudades distintas, y nuestros cuerpos se han acurrucado en otros cuerpos distintos, la recuerdo. La extraño.   La imagino caminando por los rincones más recónditos de un raro país. Sin mí. Buscando el fantasma de la felicidad. Enamorándose de ese farolito que ilumina la esquina de una callejuela que no da a ninguna parte. Queriendo iniciar una nueva etapa. Un recorrido que no incluye la palabra “Nosotros”.   La vida avanza y no se detiene a pensar. No te da tiempo para procesar, para reflexionar, para recordar.   Así y todo, me resguardo en la tranquilidad de que siempre fue, es y será mi cable a tierra. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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A veces me pregunto

A veces me pregunto si vale la pena gritar, y me quedo callado.   A veces me pregunto si vale la pena reír, y me quedo llorando.   A veces me pregunto si vale la pena soñar, y me quedo despierto.   A veces me pregunto si vale la pena avanzar, y me quedo parado.   A veces me pregunto si vale la pena luchar, y me quedo rendido.   Y a veces me pregunto si vale la pena vivir, y me quedo pensando. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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El próximo andén

Esa palabra justa, una mirada en silencio, un te quiero robado, un beso sin porvenir.   Antes de la madrugada te espero pensando, leyendo esos surcos, tus marcas en la piel.   Soy un poeta maldito de glorias pasadas que surge de las cenizas de la imaginación.   Saldando deudas ajenas, luchando guerras perdidas, no me rindo ante tus ojos, me da bien sobrevivir.   Hasta donde llegaremos, hasta cuando viajaremos. El tren sale mañana, nos vemos en el próximo andén. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Se viaja

Se viaja por placer. Se viaja por turismo. Se viaja por aventuras. Se viaja para visitar. Se viaja para no estar triste. Se viaja para ser feliz.    Se viaja para descubrir. Se viaja para escapar. Se viaja para perderse. Se viaja para encontrase con uno mismo a la vuelta de la esquina.   Se viaja para probar nuevos sabores. Para sentir nuevos aromas. Para escuchar nuevos sonidos. Para ver nuevos colores. Se viaja para ampliar horizontes.    Se viaja por curioso. Se viaja para despertar. Se viaja para soñar.    Se viaja con plata. Se viaja sin plata. Se viaja para gastar plata. Se viaja para perder plata. Se viaja para hacer plata. Se viaja para quedarse sin plata. Se viaja para pedir plata.   Se viaja para conocer nuevas culturas. Nuevas personas. Nuevos barrios. Nuevos rincones.   Se viaja para hacer amigos. Se viaja para extrañar amigos.    Se viaja para enamorarse. Se viaja para olvidar. Se viaja porque duele.   Se viaja para reír. Se viaja para llorar. Se viaja para contemplar. Se viaja para sentir.   Se viaja por deporte. Se viaja por arte. Se viaja por vocación. Se viaja por estilo de vida. Se viaja para buscar un destino.    Se viaja para ayudar. Se viaja por ayuda.    Se viaja por naturaleza. Se viaja por ciudad. Se viaja por paisajes. Se viaja por poesías. Se viaja por lugares perdidos.     Se viaja para cuidar casas.  Para intercambiar casas.  Para compartir autos.  Para alimentar gatos.  Para pasear perros. Para regar plantas.   Se viaja para quitarse la ropa. Se viaja para hacer locuras.  Se viaja para correr. Se viaja para volar. Se viaja para llegar lejos.   Se viaja por miedo. Se viaja para perder el miedo.  Se viaja con ganas. Se viaja para que tengamos ganas. Se viaja para superar nuestros límites.   Se viaja por vacaciones. Se viaja por trabajo. Se viaja por ambas.    Se viaja para aprender. Se viaja para vivir. Se viaja porque no. Se viaja porque si. Se viaja porque no sé. Se viaja porque quizás.   Se viaja por negocios. Se viaja por obligación. Se viaja por orgullo. Se viaja por necesidad. Se viaja porque no queda otra.    Se viaja para sacar fotos. Para filmar videos. Para coleccionar. Para leer. Para escribir historias.  Se viaja por la selfie en Instagram.   Se viaja en hotel. Se viaja en crucero. Se viaja con lujos. Se viaja en carpa. Se viaja con mochila. Se viaja para dormir en el aeropuerto.    Se viaja para formar parte. Se viaja para pertenecer. Se viaja para perdurar.    Se viaja por café. Se viaja por cerveza. Se viaja por fiestas. Se viaja por la noche.    Se viaja por tierra. Por aire. Por agua. Por fuego. Se viaja por pasión.   Se viaja por historia. Se viaja por presente. Se viaja para mirar atrás. Se viaja para soltar. Se viaja para tener un recuerdo. Se viaja por un futuro.    Se viaja en familia. Se viaja para formar una familia. Se viaja con amigos. Se viaja en pareja. Se viaja sin nadie.      Se viaja por el amanecer. Se viaja por el atardecer. Se viaja por la luna. Se viaja por el sol. Se viaja por las estrellas. Se viaja para cantar bajo la lluvia.     Se viaja para cruzar puentes. Para nadar ríos. Para escalar montañas. Para navegar mares. Para recorrer caminos. Se viaja para dejar huellas.    Se viaja por mucho. Se viaja por poco.  Se viaja porque sobra. Se viaja porque falta. Se viaja por tantas cosas.    Se viaja para preguntar. Se viaja para responder. Se viaja para reflexionar. Se viaja para imaginar.    Se viaja para decir adiós. Se viaja para seguir. Se viaja para volver.   Se viaja para que el reloj vaya más lento y la soga de la vida apriete un poco menos. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Veo lo que veo y puedo

Veo un sol desangrado y simbólico.  A lo lejos, Muy lejos.  Detrás de los edificios. Rojo furia. Naranja frutal. Amarillo cansado.   Veo una montaña imponente y borracha.  A lo lejos, Muy lejos. Detrás de los bosques. Verde tregua. Marrón brumoso. Negro pálido.   Veo una ciudad olvidada y rebelde. A lo lejos, Muy lejos. Detrás de las fronteras. Azul preocupado.  Violeta ruidoso.  Gris pedante.   Veo una niña que me mira y me observa A lo lejos, Muy lejos. Rosa triste.  Celeste frío. Lila curioso.   Veo un futuro que me espera y respeta A lo lejos, Muy lejos. Blanco misterio. Azabache esperanza. Dorado prohibido.   Veo lo que veo y puedo...  porque quiero...  y me animo.

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Instrucciones para ser feliz

Abra bien grande los ojos…   Agudice sus oídos…   Intensifique su olfato…   Sienta con más detalle los sabores en su boca…   Perciba las sensaciones de su cuerpo…   Responda a la siguiente pregunta: ¿está vivo/a?…   Sonría…   ¡Felicitaciones, ya es feliz! --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Don Pedrín es mi pueblo

Rincón donde se inspiran los poetas, cantina donde el tiempo se detiene, bodega donde el teatro se entretiene, espacio de nostalgias y profetas.   Parador de escritores y viajantes, refugio de bohemios y extranjeros, residencia de tanos y tangueros, escondite de actores y de amantes.   Su comida, el servicio, ese aroma. Las noches de alegría con amigos. Larga tradición en sus sabores.   Don Pedrín es mi pueblo que se asoma para aquellos que quieran ser testigos, del talento en la cocina con honores. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Razones para vivir

Como la esperanza se nos transforma en una triste ficción sin sentido. La utopía corriendo tras la sombra y el delirio marcando los latidos.   Hay engaños que traicionan el placer, que defraudan la humildad de nuestro amor. Lloro por la ilusión de querer volver, aunque ya me estoy acostumbrado al dolor.   Tengo angustias que no quieren abdicar, venganzas que no me animaré a cumplir y olvidos que se olvidan de olvidar.   Ahora encuentro razones para vivir en los amigos que siempre van a estar y que nunca me van a dejar sufrir. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Daría todo por ti

Daría lo que no tengo por tenerte entre mis brazos un segundo más de mi vida.   Por volver a ver tu sonrisa. e impedir que vuelvas a derramar una sola lágrima. Por cuidarte. Por amarte como te mereces. Por dejar de jugar y no incomodarte. Por recuperar el tiempo perdido. Por volver a oír tu voz. Por verte pintar con pasión y contemplarte mientras sos feliz haciendo lo que te gusta.   Porque seas feliz. Muy feliz.   Daría todo mi ser por volver a sentir tus labios en los míos.   Por descubrir tus secretos. Por compartir tú presente. e imaginar un futuro. Por despertar y encontrarte a mi lado. Por creer que no fue un sueño, que fue una hermosa realidad. Por no ser fugaz y convertirme en permanente.   Por sentirte cerca. Muy cerca.   Daría mi vida por estar a tu lado.   Por dejar de recordarte y que seas un hecho. Por dejar de extrañarte y suspirarte al oído palabras de amor. Sentimientos sinceros.   Por dejar de buscar tú presencia en cada rincón de un hostel vacío. Vacío con tu ausencia. Por encontrarte.   Daría lo que no tengo, todo mi ser, mi vida entera por perderme en tus ojos sólo una vez más. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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En el ahora

Teníamos una duda algorítmica que la terminamos resolviendo con un beso. Nada de preguntas ni silencios incómodos. Sólo bastaron unas gotas de vino casero, una luna llena detrás de unos edificios y una mirada que lo traía todo.   Empezamos a conocernos en la terraza de un hostel perdido en el mejor país del mundo. Nos descubrimos desnudos en su habitación principal. Polizones de una noche que se transformó en anécdota.   Nos fuimos paseando de cuarto en cuarto, buscando la mejor versión de cada uno, hasta que al final el amor nos atrapó.   Intercambiamos caricias por debajo de la mesa, roces, secretos que no pudimos resistir.   Hablábamos dos idiomas distintos. Yo entendía un poquito el tuyo y vos comprendías casi nada el mío. Pero no nos importó. Ninguna barrera cultural ni lingüística pudo detenernos.   La distancia no hizo más que unirnos. Hermosa contradicción. Es que el fuego ya estaba encendido. La primavera se mostraba en su máxima expresión.   Derribamos montañas Hispanas para volver a encontrarnos y, una vez juntos, detuvimos el tiempo para siempre.   Porque una historia como la nuestra sólo se puede vivir en el presente.   En el Ahora. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Me acuerdo de Trelew

Me acuerdo de mis días en Trelew y no puedo dejar de sentir cierta nostalgia.   Me acuerdo del encuentro con Tebo en el aeropuerto. Fue sincronizado. Como si lo hubiéramos ensayado. Yo que salgo de los controles hacia el hall central y él que entra con zancadas largas de la calle.   Me acuerdo del abrazo que nos dimos. Del “¿qué hacés, papá?” Me acuerdo que nos estaba esperando un taxi. Me acuerdo que abrí la puerta de atrás y el chofer me dijo que tome otro porque ese estaba ocupado. Pero era el taxi que Tebo había reservado.   Me acuerdo del viaje hasta la ciudad. Me acuerdo que fue rápido, o eso me pareció, ya que cuando quise reaccionar, estábamos en la puerta de la casa de Tebo.   Me acuerdo que antes de entrar fuimos a comprar facturas a la panadería de la vuelta. Yo seguía con la mochila puesta y Tebo con su sonrisa de siempre que lo caracteriza.   Me acuerdo que entramos a la casa y me enseñó cuál sería la mi habitación. Me acuerdo que me dijo que era el cuarto de huéspedes y que lo había preparado para mí.   Me acuerdo que me dejó solo para que me acomodara.   Me acuerdo que lo primero que vi fue un cuadro en la pared con la foto de Elina, la hermana, y me imaginé que la misma había sido tomada cuando ella cumplió los 15 años.   Me acuerdo que también reparé en la biblioteca que estaba al lado de la cama. Tengo una obsesión con las bibliotecas y los libros.   Me acuerdo que me puse a desarmar la mochila y a colocar la ropa en el ropero. Me acuerdo que la acomodé prolijamente en los estantes y me acuerdo que, en ese momento, pensé que había traído demasiadas remeras (y así fue).   Me acuerdo que después de ordenar todo bajé a la cocina.   Y me acuerdo que fue allí cuando tomé dimensión de que me estaba reencontrando con una de las personas que más quiero en la vida. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Sin rumbo

Hoy junto las esquirlas de tus besos y agonizo por la culpa de mi error. Me acostumbro a las caricias sin amor, es que el frío me quebró ya los huesos.   Desde que comenzó la primavera ya no siento en mi pecho los latidos. Hoy transito sin rumbo ni sentido por esta vida cruel y traicionera.   Cada vez que el acertijo resuelvo o pienso que está todo controlado, siempre lo mismo me vuelve a suceder.   No quiero ser más homicida a sueldo de romances que nunca han funcionado, y al fin del día me tocan padecer. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Decisiones equivocadas

Muchas noches acude tu nombre a mis labios y te susurro en la penumbra, tratando de recordar cómo era tu figura que tan bien conociera en aquel tiempo en el que éramos dos rebeldes sin prisas buscando un instante de amor fugaz que nos quitara el tedio de la vida.   Por las mañanas recito en silencio un poema y espero que mis plegarias te lleguen infinitas en las pesadillas de tus sueños más verdaderos, y descubras como el paso de las horas no hacen más que marchitarnos al sentirnos tan lejos el uno del otro.   En las tardes de lluvia te observo en el pasado abrumador de mis nostalgias y me encuentro perdido en esta paradoja literaria sin saber bien que rumbo tomar, o si el destino que teníamos planeado puede volverse en contra de nuestros temores oscureciendo para siempre estos frágiles corazones.   Y llega el instante en que nos perdemos en los brazos de otros amantes pasajeros como lo fuimos en aquel tiempo en el que éramos, otra vez, dos rebeldes sin prisas por tomar las decisiones equivocadas de separarnos por el resto de nuestros días. Este poema pertenece al libro, Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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En tus brazos amantes

Puedo vivir recordando el destino. Puedo morir cada tanto, otra vez. Puedo charlar con tu sexto sentido. Puedo madurar al trigésimo mes.   Puedo soñar con tus ojos gigantes. Puedo dormir sin querer naufragar. Puedo esperar en tus brazos amantes. Puedo besarte y comenzar a llorar.   Puedo bailar en la lluvia marchita. Puedo tentar tu sonrisa con arte. Puedo comer las resacas de ayer.   Puedo buscar donde el amor habita. Puedo amanecer sin poder amarte. Puedo partir y al instante volver. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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Ya no

Ya no disfruto de las simples cosas. Ya no recuerdo como era el placer. Ya no enamoran mil ramos de rosas. Ya no más a tu lado amanecer.   Ya no me excitan las tardes en vela. Ya no me ladran tus perros sin razón. Ya no comeré lasañas de abuela. Ya no formo parte de tu corazón.   Ya no me cree mi morena bella. Ya no hay Fernet que comparta contigo. Ya no habrá cielo para mi estrella.   Ya no rechazo consejos de amigos. Ya no me duermo pensando en ella. Ya nunca más Buenos Aires querido. --- Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

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